Revenge chap 3. Cheeking

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Entró en la cocina acompañado de los susurros de su capa, pero Soren estaba demasiado concentrado para darse cuenta. Ike sonrió con malicia al ver a su estratega con las mejillas manchadas de carmesí, tan distraído e indefenso. Estaba claro que la actuación de hacía unos momentos le había costado toda su seguridad. Y la idea de pasar a ser el depredador se instaló con fuerza en su mente. Se situó tras el mago sin que este diera señales de percatarse y se quedó unos instantes observándolo. Estaba tan cerca que podía incluso notar el olor a pergamino de su piel. Pudo ver como el mago se mordía el labio inferior, visiblemente nervioso y, ahora de cerca lo pudo percibir, asustado. Pero, en lugar de preocuparle, aquello solo acentuó su sonrisa. En el comedor Soren había conseguido acorralarle como a un ratoncito asustado y se había regodeado en ello. Pues bien, ya que tenía que vengarse, pensaba disfrutar cada segundo de ello. Con un gesto suave, alargó la mano hacia la nalga de Soren y la acarició suavemente. Los platos cayeron sobre la pica ruidosamente, pero el mago se quedó allí, inmóvil, con la cabeza gacha y las manos en el aire, totalmente petrificado. La expresión de sorpresa y vergüenza en su rostro era simplemente exquisita.
- ¿Y esa cara? ¿Hay algo te molesta, Soren? Si es así, solo tienes que decírmelo. – Abrió su mano por completo para poder notar mejor sus curvas y empezó a deslizar suavemente, pero con firmeza, la mano de arriba a abajo. Acercó sus labios al oído del moreno y susurró. – Si es que quieres que lo pare, claro. – El estratega se estremeció al notar su aliento, recuperando el control de su cuerpo. Pero, en lugar de apartarse, se mordió de nuevo el labio y agachó aún más la cabeza, quedando en una postura tontamente sumisa. La sonrisa lobuna apareció de nuevo en sus labios al tiempo que se inclinaba ligeramente hacia delante, exponiéndose a él. Y en ese momento el peliazul se percató de algo que casi le hizo desmayarse. Sus fantasías disparatadas habían acertado: no llevaba nada bajo la camisa.
- ¿Y que pasaría si no quisiera… mi comandante? – Y en aquel momento el poco autocontrol que le quedaba se evaporó por completo.

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He came into the kitchen accompanied by the whispers of his cloak, but Soren was too focused to notice it. Ike smirked when he saw his strategist with crimson-stained cheeks, so distraught and helpless. It was clear that the performance of moments ago had cost him all of his security. And the idea of becoming the predator installed with strength in mind. The blue-haired stood behind the wizard without this showed signs of realizing and stood a moment watching him. He was so close to the magician who could sense the smell of your skin parchment. He could see how the magician was biting her lower lip, visibly nervous and scared. But rather than worry, it only intensified her smile. In the dining room Soren had got corner him like a scared mouse and was reveling in it. Well, If he had to retaliate, he would enjoy doing it. With a gentle gesture, reached into the buttocks of Soren and gently stroked. The dishes fell on the sink noisily, but the mage stood there, motionless, his head bowed and hands in the air, totally petrified. The expression of surprise and embarrassment on his face was just exquisite.
- And that face? Is there something bothering you, Soren? If so, just tell me. - He opened his hand full to notice their shapely curves and began to move his hand smoothly, but firmly, up and down. He brought his lips to the tactician's ear and whispered. - If you want that I stop it, of course. - The strategist shuddered to feel his breath, regaining control of his body. But instead of departing, he bit his lip again and bowed his head even more, in a submissive posture. The wolfish smile appeared on the lips of the boy again while leaning slightly forward, exposing him. And at that time the blue-haired noticed something that almost made him faint. Its crazy fantasies were right: she wore nothing under his shirt.
- And what would happen if i didn't want... My master? - And, at that moment, The little self-control that he kept dissapeared.

Ike --->
Soren--->